lunes, 9 de junio de 2014

PARA LA GENTE DE LETRAS


El otro día leí un artículo que hacia referencia a los tipos de letras. Cómo Steve Jobs en un momento dado, asombrado por la caligrafía de los carteles que había en la poco prestigiosa universidad en la que estudiaba en EEUU (en la cual tampoco él brillaba precisamente por sus resultados académicos), decidió apuntarse a un curso de caligrafía. El resultado todos los que tenéis Mac lo conocéis... Un conjunto de tipos letras que, a cuál más bella, eran distintas a las que se conocían hasta ese preciso momento.

Y de letras va esta entrada: de la importancia que tienen no sólo por lo bonito que puedan quedar, sino por el significado que tienen y lo que pueden aportar.

Porque al final la vida es eso: un conjunto de letras que van componiendo, sobre unos guiones, nuestro discurso.

Y es que de nada sirve si las letras son bonitas de forma independiente... Puede ser bonitas pero carecer totalmente de significado.. Para que esa belleza tenga sentido es necesario que compongan una palabra, o una frase, o mejor: un discurso.

Hoy en día es cierto que son muchas las corrientes, las ideas e incluso las personas que nos atraen y con las que nos sentimos identificados, pero más importante (como mínimo tiene que estar a la par) es la necesidad de un ideal, un discurso, un sentido común: una unidad.

Las mejores estrategias han sido desfalcadas por ejércitos divididos internamente.

En los tiempos que corren es importante entender hacia dónde vamos y cómo queremos ir. Hay que buscar la unidad de los mejores equipos, si no, los discursos quedarán completamente huecos y sin sentido, como armaduras sin soldado, arrinconadas, embelleciendo pero sin proteger.

Es momento de cambios, momento de nuevas luchas y momento de estar más unidos que nunca.

Alguien me dijo en una ocasión que la vida son saltos, y la propia vida se ha encargado de demostrarme que es así, y así es como realmente se avanza.

Vayamos hacia delante, siempre! Pero unidos. 

Busca un ideal, apóyalo y defiéndelo de verdad. Lucha por lo que crees y piensa si es realmente bueno. Crítica para reafirmarte y sigue luchando, que de héroes de cuento está la vida llena, pero de héroes de verdad está falta.

Además! ¿Qué emoción tendría la vida si no es para defender lo que se cree?

Complícate la vida por un ideal! Rellena la armadura vacía y sal a defenderlo, verás cómo resplandece más y es más bella que cuando ocupaba un rincón... 

Y entonces vuelve a buscar esas estilosas letras y comienza a escribir sobre ello, con esas letras haz un himno, y verás que ahora sí merecen la pena esas bellas letras... Ahora sí merece la pena deleitarse en ello. 



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