domingo, 15 de septiembre de 2013

MAÑANA DE DOMINGO



Buenos días.. Mañana de domingo, de esas mañanas en las que lees periódicos tranquilamente mientras desayunas y ves cómo está todo de mal...

Hace tiempo que no publico nada en el blog, y no por haber colgado el "cerrado por vacaciones", sino porque todas las noticias o realidades que tenía a mi alrededor eran demasiado tristes o negativas como para hacerlo. Para leer cosas negativas ya tenemos periodistas y pseudo escritores que se dedican a llenar líneas sin terminar textos.

Y entonces esta mañana alguien me ha dado un motivo para escribir esta entrada. Él no lo sabe, y creo que no lo sabrá nunca, pero me ha provocado la necesidad de contar lo que he visto.

El susodicho, entrado en canas, en años, y un poco en kilos, ha aparcado su furgoneta delante de mi ventana (es bueno eso de no vivir muy alto, ves aquello que de otra forma no verías).

Se ha bajado, y al lado de ésta estaba su hija, en silla de ruedas... Se ha inclinado hacia ella, casi en una reverencia, y sacando fuerza de su corazón, porque los músculos ya lo han hecho muchas veces, la ha cogido y la ha abrazado... Y se preguntarán ustedes que tiene de especial esto! Pues tiene de especial que no la ha metido directamente en el asiento que le corresponde, a su lado... No.

La ha abrazado y le ha debido decir algo porque ella ha sonreído con una sonrisa de esas sinceras que te dan envidia. De esas sonrisas que salen de dentro y que nos ha contagiado a todos los que escondidos tras unas cortinas estábamos observado la escena con un sentimiento de pena, de "pobrecitos"... Y entonces te das cuenta de que pobrecitos, pero aquellos que no tienen esos abrazos y pobrecitos los que no saben recibirlos.

La mañana se ha iluminado con esa sonrisa, y hasta ha salido el sol.

No se qué le habrá dicho al oído... Solo se lo que nos ha dicho ella a todos los que lo hemos visto.

Así que ella, en su trono con ruedas, con sus sonrisas llenas y con quien le lleva no sólo en coche, sino en la vida, ha hecho que por un momento todos hayamos sonreído con ella.

Y el domingo sigue con sus noticias negativas y sus realidades escritas en tinta negra... Pero el café tiene sabor a una cucharada más de azúcar y el sol brilla más ahora que cuando comenzó el día.