miércoles, 19 de junio de 2013

ESTOS DÍAS



Estos días he sabido que algunos lectores han descubierto este blog... Y lo bueno de que se incorporen nuevos "críticos" es que efectivamente son eso: críticos! Y hacen que con sus comentarios mejore este pequeño rincón con cada entrada.

Ademas, estos días he tenido la oportunidad de frecuentar la Feria del Libro y de estar en contacto con muchos escritores. Algunos eran mejores personas que escritores y otros perdían como escritor lo que perdían como personaje, pero he conocido a artistas (porque escribir también es un arte) como Leopoldo Abadía, Mamen Sánchez o Christian Gálvez. Son de las personas que te sorprenden según se presentan con un Hola acompañado de una sonrisa sincera... Y una, que es mucho de olores, deja que le llegue el de ellos, y huelen a café, tinta y musas... A horas intempestivas escribiendo y a azúcar y sal.

Y mientras compartes con ellos mañana o tarde intentas analizarlos, estudiar su lenguaje no verbal (ese que es tan importante y en el que nos fijamos tan poco), y ves cómo estos son de los que no se alegran del número de firmas sino de las sonrisas que se acercan a que les firmen, son personas que disfrutan escribiendo, hablando de lo que escriben, y mimando cada libro que van a garabatear.

Y entonces una recuerda que tiene un blog, que tiene unos lectores fieles y que lo tiene (y les tiene) muy abandonados.


La alegría de escribir no es el número de lectores que tienes, sino las sonrisas que les arrancas.

Y volviendo a la rutina del día a día, al tráfico de Madrid, su contaminación y sus raros inicios de verano, recuerdo que escribir a mi también me arranca sonrisas, y que también tengo mis "musas", así que querido lector, espero que empecemos hoy ambos con una buena sonrisa, una sonrisa de quien disfruta la vida con sus locuras vividas.

Yo por mi parte seguiré escribiéndolas, y espero, que al menos, a ti te arranque una sonrisa.



viernes, 7 de junio de 2013

MADRID



Como una mujer en una noche especial, así esta hoy Madrid .. Las luces, los olores y las formas hacen que parezca más bella de lo normal.

Es esta una gran ciudad, en la que es fácil perderse, llegar tarde e incluso odiarla, pero en la que descubres rincones que creías conocidos y que te sorprenden cada día, y cada noche, con calles entrelazadas

Cambia según los ojos con la que la mires.. Y la que a veces puede llegar a ser odiosa, después te deleita en las noches de primavera y te vuelve a enamorar.. Como dos amantes que tienen su corazón en otro sitio, ella sabe de repente volver a hacer que la quieras y por un momento dejes de odiarla.

Son miles las historias que a gritos podría contar, personajes que podría ensalzar y momentos que debería callar.. Pero lo sencillo y a la vez maravilloso es que es el escenario perfecto para una noche de primavera.

Y se pone sus joyas, ilumina su mirada y sus calles se visten de gala, con el único fin de que vuelvas, por un momento, a amarla.

Odiada Madrid, como buena mujer regentada por una diosa, sabes ser amada por los gatos, a los que de noche, iluminas la mirada.