Buenos días. La verdad que el tema de la muerte no creo que sea el mejor tema sobre el que escribir una entrada un domingo por la mañana... Pero es lo que tiene leer el periódico según se desayuna..
A lo largo de la historia, muchos decidieron terminar con su vida en un alarde de romanticismo, cegados por un amor inalcanzable o como forma de eternizar esa unión. Otros muchos lo hicieron en duelos de honor en el que el héroe era precisamente el que no salía ileso de la acción...
Hoy en día, lejos de esos romanticismos, la realidad o la ausencia de poetas, hace que este sea un aspecto más crudo e incomprensible. Más aun cuando se trata de una injusticia.
Y resulta que muchas han sido las injusticias que en este país se han vivido y aún se están viviendo.
Aquellos que dieron su vida por defender un ideal, fueron arrebatados de ella. Y efectivamente, me estoy refiriendo a la atroz mano del terrorismo.
La falta de racionalidad llevada al extremo, y más aún, la falta de criterio a la hora de defenderlo, hace que algunos se crean con derecho a jugar a ser dioses y juzgar al contrario con la muerte.
Pero más atroz me parece la hipocresía de aquellos que cambiando el mensaje, defienden a unos "pobres" endiosados que decidieron quien debía morir para que su lucha siguiese viva, amparados en una ley que a veces no sabes si defiende a la mano que le da de comer, o a quien la creó.
En este país en el que nos ha tocado vivir, donde los buenos son los que mueren y los malos los que salen en la foto rodeados de famosos, se esta perdiendo el Norte y todo el sentido de justicia.
Hay luchas que no tienen nada de lucha, pues están perdidas de por si. Hay otras que se pagan con la propia vida. Y hay otras a las que unos cuantos progres se suben al carro porque en lugar de hacer su trabajo se dedican a ser defensores de criminales.
Son muchos los que han dado su vida, pero muchos otros los que los mantenemos vivos por lo que nos enseñaron.
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