PARACAIDISTAS SUICIDAS

Bueno.. Después de varios días sin escribir y tener varias publicaciones a medias, y alguna terminada (pero que sólo tenía un lector y ya la ha leído), me disponía a terminar una de las inacabadas, hasta que ha llegado a mi la típica foto con mensaje. Ponía la susodicha: " la mente es como un paracaídas. No sirve si no se abre"... Y de repente me han venido a la cabeza innumerables situaciones de muertes provocadas por estrellarse (mentalmente hablando..) 

Alguno de mis lectores sabe muy bien como funciona un paracaídas, pues se que los ha usado "de vez en cuando".. Pero los que no hemos experimentado esa sensación, seguro que sí hemos experimentado la de sentir que chocas contra un muro cuando en una discusión absurda la falta de argumentos brillan por su ausencia. Y los radicalismos bien saben de esto. 

A día de hoy, ideologías radicales (no en su término marxista de entender lo radical como "la raíz", sino en sentido radical como violento, cerrado, llevado al límite y no discutible ni inmutable pese a quien pese), abunda en medios de comunicación, partidos políticos, conversaciones de bar y posicionamiento de masas. 

Hay quien da su vida (o la vida de otros sin preguntar), por defender ideologías que poco tienen de objetivas y menos aún de racionales. 

Hay partidos que defienden posturas que aún sabiendo que no beneficiarán al conjunto de la población, no ceden en su empeño por plasmar unas políticas que, en muchos casos ya obsoletas, no tienen futuro ni razón. 

Peor son los medios de comunicación que en una falsa objetividad no renuncian a la mano que les da de comer para servir fielmente al amo a quien pertenece, y aún sirviéndose de la mentira y la manipulación mediática, transmiten noticias u opiniones poco profesionales y muy manipuladas. 

Y por último quedan las "conversaciones de bar", que pueden ir desde fútbol a política, pasando por religión, monarquía, o el ultimo chascarrillo del corazón. Y ahí no hay piedad. Cada cual se enfunda en su papel defensor y antepone la pasión a la razón a la hora de exponer argumentos y defenderlos. Valen insultos, deseos de muerte o recordatorios a madres que nada tienen que ver con sus hijos...da igual si los argumentos de argumentado tienen sólo el nombre... A veces sólo hay que posicionarse y alzar la voz.... Y si analizas el lenguaje no verbal, entonces ya es bastante divertido ser espectador de un enfrentamiento de dos "paracaidistas" a punto de estrellar. Y disculpen si les digo, que para mi estos no merecen el mínimo tiempo ni la mínima atención 

Seamos un poco más objetivos, que la razón prime sobre la pasión!!. 

No hay casi verdades absolutas, y una buena conversación siempre es mejor que un buen monólogo de dos. 

Y es que la riqueza del intercambio de opiniones siempre es mayor que la de sentirse vencedor, pues no hay mayor inculto que el que no escucha motivos para cambiar de opinión... ¿O es que a veces hay tan pocos argumentos convincentes que lo mejor es cerrarse a otros más objetivos y racionales para no tener que ponerse a pensar? 

Dejemos unas cuantas neuronas para abrir la mente! Sino correremos el peligro de que la razón sin razón nos radicalice y nos creamos que sabemos todo.. Cuando en realidad de saber, sabemos poco. 

Alcemos pues menos la voz y más los argumentos.