La sección primera de la Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a un hombre a seis mes de alejamiento de su mujer por insultarla y amenazarle con no darle dinero por no tener la cena preparada y tener que hacérsela él.
En los tiempos que corren, mucha gente piensa que las diferencias entre hombres y mujeres ya están siendo superadas. Que la mujer, como cuidadora, está dejando de existir.. pero no es cierto.
Cada vez más, la sociedad se convierte en un conjunto de individuos individuales que actúan para sí mismos y en su propio beneficio.
A raíz de leer esta noticia, he rescatado un poema de Gioconda Belli, poeta y novelista nacida en Managua, que posee unos poemas y escritos sobre la mujer que representan la Igualdad del hombre y la mujer desde su desigualdad. En el poema que tienes a tu derecha, se puede leer "A nombre propio declaro que me gusta saberme mujer frente a un hombre que se sabe hombre".
Aquí es donde radica la igualdad desde la desigualdad entre hombres y mujeres.
Son muchas las luchas que se han llevado a cabo para que esta "Igualdad" sea real, son muchas las mujeres que se han dejado la piel en ello... pero en ocasiones, estas mujeres han olvidado que el "enemigo" debe ser el compañero de lucha: no se puede conseguir la Igualdad si nos olvidamos de que el hombre también forma parte de ella. No podemos autoproclamarnos en lucha contra ellos, sin ellos! Es irónico, pero es así.
Me pregunto qué habrá fallado en este matrimonio para llegar al extremo de amenazar a su mujer por no tenerle la cena preparada.. quizá (y hablo desde el desconocimiento del caso y de las personas que lo componen), ha faltado el respeto por el otro: el respeto del hombre hacia a la mujer, porque ella no es su "Cuidadora", y el respeto de ella hacia si misma, porque a esto no se llega en dos días.
Ojalá este sea un caso aislado, y por eso sea noticia.
Ojalá los hombres y mujeres se reúnan a hacerse juntos la cena, para después dormir juntos en paz.
Nos propones querida Gemma la humanidad desigual y esa contradicci´´on contra la desigualdad entre los humanos que solemos llamar de animal. Que animal o que bestia o que bruto ese de la cena no preparada, como si no tuviese manos para prepararse y boca para ir degustando. Me tienta la desigualdad cuando es una aventiura y sin embargo no cuando es inequidad. Pero la humanidad, esa mentira con nombre propio como solo es dios o el estado, todos unos Yoes egoticos sumos y patriarcales, no me tienta, prefiero si vamos a llamar humano a este orden tan global y tan cotidiano, la animalidad, que como mi pequeña perra no hace daño ni discrimina ni determina. Desiguales si y no, humanos ya dudo, pero es un debate abierto. Ese el de la cena, un innombrable, como tantos, lamenteblemente.
ResponderEliminarEn hora buena que alguien como tu nos recuerde estas desigualdes tristes para construir las alegres.
Las desigualdades entre hombres y mujeres, no son las impuestas por unos roles que la historia ha grabado en ambos. La desigualdad es precisamente la importancia de admitir que una mujer es mujer, y que un hombre es hombre. Ambos son iguales en dignidad (bueno, algunos, como el caso de este hombre, la tiene completamente negada, pues su comportamiento es el de un animal, como tu bien manifiestas).
ResponderEliminarNos diferencias cosas, pero nos une esa: el que somos seres con dignidad, humanos o humanoides, que cuando juegan a ser dioses, coronándose en su propio Yo, pierden la humanidad que les caracteriza, convirtiéndose en pobres criaturas que no saben sino vivir a base de súbditos a los que le son negados sus derechos.
La desigualdad es la que nos hace ricos como grupo humano: tu, chileno, yo española, nuestro amigo brasileño... juntos hacemos un buen equipo! esa diversidad es la que nos ha unido, y es la que nos hace ser un buen grupo! Cada uno con su carácter, su origen, sus preocupaciones, sus quehaceres.. pero al fin y al cabo un mismo fin.
La desigualdad, entendida así, es maravillosa! la desigualdad, entendida como amo-súbdito, es odiosa.
La desigualdad es lo que da riqueza al hombre/mujer como individuo asi como al estado perfecto. No todos podemos ser al mismo tiempo carpinteros, medicos, gobernantes o jueces sino que es necesaria y deseable la desigualdad de caracteres dentro de la igualdad de derechos y deberes.
ResponderEliminarRespecto de un comentario anterior donde se insinua que Dios es una mentira con nombre propio es de seguro la mayor de las injusticias, ya que por definición la mentira es lo más contrario a la idea de Dios. Podrá ser mentira cualquier cosa pero no Dios. Os animo a releer La Republica de Platón. (digo "releer" porque seguro que ya la leisteis hace muchos años). Un abrazo.
Querida Gemma, lo primero desearte lo mejor para este blog que lleva por nombre una realidad indiscutible: mal que nos pese, los humanos somos desiguales y como tú muy bien dices "la sociedad debe reconocer, aceptar e integrar las desigualdades que la componenen, pues de esta manera, la igualdad será cada vez más real y efectiva".
ResponderEliminarCon esta frase me has creado la necesidad de seguirte.
Un saludo
Mayte